Es una sola escena que sucede en un espacio neutral donde se llevan a cabo una transaccion.

En el oscuro umbral del anochecer, en el encuentro de dos soledades que convergen dos personajes, todo es ambiguo. En este escenario de incertidumbre se desata una larga conversación que revela la fragilidad humana.

A través textos altamente simbólicos y enredados, estos habitantes de lugares imposibles anhelan una plenitud inalcanzable.

El Dealer
Este personaje es descrito como un comerciante que busca ser auténtico y no una persona desagradable. Él prefiere hacer propuestas en lugar de revelar lo que posee, ya que no quiere enfrentar el rechazo. El dealer tiene la habilidad de decir "sí" en diferentes formas y tiempos, mostrando su disposición a esperar o conseguir lo que se le pide. Aunque no ha aprendido a decir "no", es capaz de comprender lo que el comprador desea escuchar. Aunque se presenta como un vendedor pobre y sin conocimientos, su objetivo es satisfacer las necesidades del comprador y establecer una conexión con ellos.

El Cliente
En este caso es una suerte de adversario que intenta mostrarse desafiante y que no se deja intimidar fácilmente. Este sujeto muestra seguro de sí mismo y no teme a las amenazas del vendedor. Aunque se presenta como alguien que no tiene interés en el amor, parece estar buscando algo más profundo en su vida.

En este diálogo lleno de monólogos no se especifica el contexto donde se desarrolla la escena. Esta obra se enfoca en describir los personajes y sus interacciones que son abstractas y poéticas y no proporcionan información sobre el lugar o el tiempo en el que se desarrolla la historia.

Si bien, en la obra no se centra en referencias culturales específicas, los protagonistas de este intercambio son como arquetipos de ciertos roles. Koltes dice que este texto surgió cuando el mismo buscaba alguna droga en las calles de Nueva York y se dio cuenta de que esa transacción es una gran metáfora de lo que sucede en los rincones más profundos de la existencia.